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Entrevista a William Moseley
"¿Nunca se cansan de que los traten como a niños?” les demanda Peter Pevensie a sus tres hermanos menores, mientras se levanta del suelo después de una pelea dura con algunos hostiles compañeros de clase.
La escena inicial de Las Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian, tiene una resonancia particular para el actor William Moseley, que este mes interpreta el papel de Peter en la última adaptación fílmica de los adorados clásicos literarios de C.S. Lewis. En la nueva película, estrenada en el Reino Unido la semana pasada, la golpiza de Peter es seguida por una lucha personal para ajustarse a la realidad después de haber probado la gran vida como el Rey de Narnia. No hace demasiado, Moseley se encontró a sí mismo en una situación semejante, que resultó en una pelea con sus compañeros de clase al regresar directamente del set de una de las franquicias fílmicas más exitosas.
Moseley se ve apenado al recordar el incidente. “No pasé la mejor etapa en el colegio,” se encoge de hombros. “A la gente no le gustó el hecho de que estaba primero haciendo una audición y después haciendo el papel – creyeron que era un arrogante y que me estaba dando aires al creer que tal vez podría conseguirlo. Cada vez que iba a la escuela, era peor.”
“Todo explotó cuando me terminé metiendo en una gran pelea con otro chico, y realmente lo golpeé. Todos estaban tensos con mi regreso y tenía mucha energía en mí, y simplemente se liberó. Sabía que no podía dejar la escuela sin hacer algo estúpido, pero desearía haberme controlado más. No me comporté como un caballero en absoluto, sino como un salvaje.”
Como el personaje que interpreta en las películas de Narnia, Moseley, de 21 años, ha crecido mucho en la pantalla. Al ser elegido para el papel de Peter Pevensie, a los 15, en la primera película, era un chico mucho más joven, pero parece estar a un paso de la juventud como el Peter de 17 años en El príncipe Caspian.
Es una transición de la que Moseley está consciente: “cuando Peter sale del ropero, es un niño. Pero cuando pone un pie de vuelta en el ropero, y la historia termina, es un hombre,” dice Moseley, que es todavía el niño que tiene un tejón de juguete en su cama, pero también un caballero que insiste en pagar la comida. “Me gusta pensar que yo también me hice un hombre a través de la filmación de esta película.”
Hollywood ciertamente está de acuerdo. Vanity Fair lo ha declarado como el nuevo primer actor británico (y el más atractivo) y los guiones han abundado de los directores ansiosos de atraparlo para papeles principales. Mientras recupera el aliento en su hogar en Gloucestershire, donde tiene unos pocos días libres de su tour de promoción mundial para la película, Moseley reflexiona sobre los seis maratónicos años que lo han visto ser seleccionado de la oscuridad y catapultado a su liga de galanes.
“Es una locura, a veces pienso que he soñado todo,” dice Moseley, que creció escuchando los casetes de Narnia desde los siete años. “Pero siempre fui un actor nato,” dice. “Siempre estaba en las obras de la escuela, y entraba a la audición de literalmente todo,” incluyendo el papel de Harry Potter, un papel del que cree que tuvo “una escapada afortunada.”
“Uf, ¿puedes imaginártelo? Quiero decir, una vez que has hecho el papel de Harry Potter, ya tienes más que suficiente, como actor.”
La primera que lo detectó fue la directora de casting, Pippa Hall, mientras veía una adaptación televisiva de las memorias de Laurie Lee, Cider with Rosie (donde Moseley tuvo un papel de extra). Hall recordó al joven Moseley años después al hacer el casting para las películas de Narnia y le pidió audicionar para el papel principal de Peter.
Tras 18 meses de audiciones – Moseley incluso dejó la escuela para dedicar todos sus esfuerzos a aprender sus diálogos – venció a otros 3000 chicos que deseaban el puesto.
“Casi me desmayo cuando me llamaron para decírmelo,” comenta. “Estaba temblando, llorando, totalmente impresionado, porque sabía que todo estaba a punto de cambiar para siempre.” Y vaya que cambió, pues Moseley pasó la mayor parte de los siguientes cuatro años blandiendo una espada mientras montaba a caballo y filmaba grandes escenas bélicas en Nueva Zelanda y la República Checa.
Un gran éxito de taquilla – El León, la bruja y el ropero consiguió £400 millones, convirtiéndola en una de las películas más rentables de todos los tiempos – El príncipe Caspian parece decidido a eclipsar dicho éxito, consiguiendo £30 millones en su fin de semana inicial en el continente americano.
Aunque ahora su cara está pegada en tableros alrededor del mundo, y hay cientos de sitios web dedicados a que tan apuesto es, y 10000 fans lo esperaron para la premier de esta semana en Londres en la Arena O2, Moseley dice que encuentra toda la adulación “sólo un poco rara.”
“Es muy extraño que te des la vuelta y cientos, tal vez miles de personas griten tu nombre,” dice. “Y cuando vuelves a tu cuarto de hotel y estas solo, tomándote una taza de té, como que piensas - ¿Por qué estaban aquí? ¿Qué he hecho para merecer esto?”
Mientras que admite que ha sido atacado por ardientes fanáticas, Moseley dice que pasa inadvertido la mayor parte del tiempo – y respecto a eso, insiste que nadie pestañea cuando ordena él un sandwich de tocino en su taberna local, como le gusta. “No es como si caminara por todos lados con una espada, un escudo y un león gigante pegado a mi espalda,” se ríe.
¿Y ha traído la adulación alguna chica líder para Moseley? “Hay una persona especial en este momento,” dice, adoptando un acento estadounidense en broma, “pero no puedo hablar de ello.” Algunas averiguaciones revelaron que su novia es actualmente una asistente del fotógrafo de celebridades Mario Testino, pero Moseley no revela nada más.
Vive en una antigua panadería de 400 años de antigüedad, en la callada aldea de Sheepscombe, donde sus padres, Peter y Julie, y sus hermanos menores, Ben y Daisy, “me mantienen en la tierra más que en el cielo.” De todos modos, recientemente se ha metido en el mundo de Hollywood, mudándose el año pasado a Los Ángeles por unos meses para tomar clases de actuación, hacer algunas audiciones y “pasear bajo el sol.”
Así, pues, ¿ha sido seducido por las brillantes luces y obvias tentaciones que se le ofrecen a un joven actor que vive en la ciudad de plástico? “Para ser honesto, Los Ángeles es un extraño lugar y puede ser muy solitario,” dice, acariciando a Bam Bam, el gato de la familia, que ha brincado a su regazo. “No me sorprende que tantos actores jóvenes se salgan de las vías ahí – probablemente están aburridos porque no hay nada que puedas hacer más que irte de fiesta – o trabajar. Pero cuando vas a Hollywood, haces una elección. O vas de compras a Gucci o a Prada; o dejas que te tomen fotos, o no.”
“Puedes irte al bar de moda, sonreírle a las cámaras y después conseguir bebidas gratis toda la noche, o puedes no ir. Yo elijo no ir. Tal vez suene algo anticuado, pero prefiero el trabajo. De hecho, algo así como que me desagrada, todos esos actores que hacen el alboroto solo para que los vean. Sólo son un grupo de niños vestidos con ropa de Gucci y bailando alrededor como tontos. Preferiría podar el pasto, para ser honesto.”
El haber pasado un tiempo con Lindsay Lohan – la actriz problemática de Hollywood mejor conocida por sus fiestas, sus viajes a terapia de rehabilitación y problemas con la ley que por sus dotes de actuación, - le proporcionó una visión de dentro que necesitaba para hacer de Londres su próxima base permanente. “Estábamos hablando, nos despedimos y de pronto había como cientos de personas y fotógrafos persiguiéndola por el camino,” dice, mientras se abren sus ojos de impresión. “Fue una locura. Pero bueno, está conduciendo su Cadillac, así que no es como si fuera invisible. Eso no es lo que yo quiero. No podría hacerlo aunque quisiera. Mi cabello siempre es un desastre y siempre me pongo las cosas equivocadas,” dice, señalando su peinado bien hecho y su moderno vestuario, de jeans negros y un suéter de cachemira.
Pero algo de Hollywood se ha pegado a Moseley, que ahora usa Dolce & Gabbana, vuela en primera clase y cae en jerga estadounidense cuando me dice que tiene "veintiuno".
El Príncipe Caspian será su última película de Narnia – los hermanos mayores Pevensie, Peter y Susan, no aparecen en el siguiente libro, pero Moseley tiene otro éxito de taquilla en la bolsa. Continuará con Iron Clad, una película medieval ambientada en el ardor político de la Carta Magna, donde Moseley actuará junto con Lord Attenborough, Bob Hoskins y James Purefoy.
A pesar de su condición como actor principal en lo que parece que será la más grande película del año, Moseley aun se siente cohibido con la compañía para la que hará su siguiente papel. “Me siento increíblemente nervioso de conocer a esos actores, y espero hacer el mejor trabajo que sea posible,” dice, seriamente. “Quiero decir, Hoskins y Attenborough, son verdaderas leyendas. Comparados con ellos, soy simplemente un niño.”
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